Contexto

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En todo el mundo las niñas y las mujeres siguen siendo víctimas de la falta de oportunidades económicas, la inadecuada atención a la salud y la educación, el matrimonio prematuro, la violencia sexual y la discriminación.

Estudios de organismos internacionales como UNICEF, ONU Mujeres, Banco Mundial, etc. han informado y demostrado que educar a las mujeres y a las niñas representa la estrategia más eficaz para garantizar y permitir el bienestar de numerosas economías en desarrollo. La educación de las mujeres tiene repercusiones positivas en las familias y comunidades enteras, además de otros beneficios entre los que destacan:

  • Reducción de la mortalidad infantil y materna.
  • Reducción de las tasas de natalidad.
  • Aumento de la participación política de mujeres.
  • Crecimiento económico de las familias y las comunidades.

La exclusión educativa de las mujeres representa una clara desventaja y crea condiciones de desigualdad social, que se agudizan al ser las mujeres las encargadas del cuidado de los hijos e hijas; particularmente en las comunidades rurales más aisladas y con un alto porcentaje de población hablante de lengua indígena.

En 2015 el 67 por ciento de la población del estado de Oaxaca se encontraba en condiciones de pobreza y 28 por ciento en situación de pobreza extrema. Estudios dados a conocer en 2017 indican que una gran proporción de los municipios de esta entidad presentan condiciones de “alto” y “muy alto” índice de rezago social. Oaxaca es además la entidad con mayor número de población indígena a nivel nacional; representando a nivel estatal casi el 44% de su población principalmente en localidades rurales, lo que implica contextos desfavorables para su desarrollo.

El tránsito a la educación media superior constituye un verdadero reto para las mujeres de comunidades afromexicanas, rurales e indígenas, acrecentándose aún más si son hablantes de alguna lengua originaria, principalmente porque el bachillerato les exige el dominio de conocimientos que la educación básica que recibieron, sencillamente no les otorgó.   Más del 40% de la deserción se explica de esa manera: no le entendía al maestro, le disgustaba estudiar o la dieron de baja por reprobar materias. 

  1. Acelerar los esfuerzos para avanzar los derechos de las adolescentes: Declaración conjunta Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas para las adolescentes. OIT/OMS/UNESCO/UNFPA/UNICEF/UNIFEM, 3 de marzo de 2010; La ONU Crea una nueva estructura para fortalecer a las mujeres; Beijing+25: Celebrando 25 años de defensa de los derechos de las mujeres.  https://www.unwomen.org/es.
  2. Panorama educativo de la población indígena y afrodescendiente 2017, UNICEF/INEE, 2018.
  3. Encuesta Intercensal 2015, INEGI.
  4. Índice de Rezago Social Estatal y Nacional 2015, Sedesol.
  5. Indicadores socioeconómicos de los Pueblos Indígenas de México, 2015, CDI; Panorama educativo de la población indígena y afrodescendiente 2017.
  6. Encuesta Nacional de Deserción en la EMS, 2012; Análisis del movimiento en contra del abandono escolar en la EMS, 2015;  Panorama educativo de la población indígena y afrodescendiente 2017.
  7. Los derechos de la infancia y la adolescencia en Oaxaca, UNICEF INEE, 2013; Encabeza México listado de OCDE de embarazos adolescentes, La Jornada, 15 de abril de 2019.
  8. Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la EMS, Consejo para la Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior, Secretaría de Educación Pública, 2012.
  9. Panorama educativo de la población indígena y afrodescendiente 2017; Panorama Educativo de México 2017, Indicadores del Sistema Educativo Nacional Educación Básica y Media Superior.
  10. Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la EMS 2012.

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